jueves, 27 de febrero de 2014

Obesidad infantil

La obesidad infantil es un problema de salud caracterizado por el exceso de grasa corporal en el cuerpo de los niños y niñas. Dicho nivel de adiposidad supone todo un condicionante para su salud general y su bienestar, predisponiéndole a sufrir otras patologías secundarias y asociadas. Según los datos publicados[1] por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de esta enfermedad a nivel internacional es cada vez mayor. En 2010 había unos 42 millones de menores con sobrepeso, registrándose la mayor parte de los casos en países en vías de desarrollo.

Más allá de las estadísticas, los múltiples problemas de salud asociados como cáncer de colon, cirrosis, gota, gastritis, diabetes mellitus, ansiedad, infertilidad y otras complicaciones cardiovasculares, hacen que de la obesidad sea algo alarmante.

Ni fuerte ni saludable

Hasta hace algunos años, para muchas familias, tener un hijo gordito y con llantitas era una señal de que estaba fuerte y saludable pero,  contrario a ser signos de salud, la obesidad ocasiona diversos problemas en la salud física, mental y social de los niños y niñas que la padecen.

El mayor error es creer que los niños obesos no deben recibir tratamiento "porque al llegar a la edad adulta dejarán de serlo".  La realidad es otra, el riesgo de que un niño obeso siga siéndolo de grande es elevado. Cuando la obesidad inicia entre los 6 meses y los 7 años, el porcentaje de los que seguirán siendo obesos en la vida adulta es del 40% y los que inician con este problema entre los 10 y los 13 años, el 70% tiene posibilidades de continuar siendo obesos.

Malos hábitos alimenticios

Si bien en algunos casos la obesidad puede ser ocasionada por problemas endocrinológicos, que deben ser atendidos por un especialista, la mayoría de las veces se debe a malos hábitos alimenticios, disgusto por ciertos alimentos como frutas y verduras, falta de ejercicio físico regular y sedentarismo.

Es el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas o carbohidratos es otro elemento que origina sobrepeso. Y aunque no existe una cantidad exacta de comida que deban consumir los niños, ya que cada uno tiene diferentes necesidades y gustos, lo que sí es importante es evitar los excesos y nunca obligarlos a comer de más, cuando ya saciaron su apetito.

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